Modos Gregorianos



El objetivo de este texto es ayudar a los músicos litúrgicos a interpretar el canto Gregoriano con una mejor comprensión de sus modos, y ayudar a los organistas con un sistema fácil para iniciarse en su acompañamiento armónico.  El Canto Gregoriano se canta "a capella" sin acompañamiento instrumental, pero en los templos se acompaña con órgano para apoyar el canto de la comunidad.





El Canto Llano


Los monjes  a comienzos de la edad media iniciaron los cantos religiosos a base de los cantos griegos y romanos y de las tonadas litúrgicas de las Sinagogas Judías. El canto fué evolucionando y se denominó Canto Llano.
El canto llano se cantaba en latín con textos litúrgicos y bíblicos a una sola voz, entonando un solista seguido por el Coro o la Comunidad, con un ritmo libre, y sin acompañamiento instrumental.

En los grandes pergaminos donde el coro leía el texto,  se dibujaba el boceto de la línea melódica.







El monje benedictino italiano Guido D'Arezzo (991 - 1050) inventó la forma de escribir la música en el tetragrama (cuatro líneas) denominando las notas de la escala diatónica con sus nombres UT   RE  MI  FA  SOL  LA  SI,  basándose en la primera sílaba de cada verso del Himno a San Juan Bautista. El último verso es Sancte Ioannes, y de sus iniciales salió SI. En el Siglo XVIII se cambió UT por DO. 










Para comprender la notación en el tetragrama hay que tener en cuenta la clave al inicio del mismo. 



En el Siglo IX el Papa Juan VIII denominó como Canto Gregoriano al Canto Llano, en honor al Papa San Gregorio Magno, quien en el Siglo VI había promocionado el uso del Canto Llano en la liturgia.




Los Modos Gregorianos:


Nomenclatura para los modos gregorianos : 


La primera clasificación que se hizo de los modos gregorianos contenía 8 modos:
Protus (iniciando en la 2a nota), Deuterus (3a nota), Tritus (4a nota) y Tetrardus (5a nota), en sus formas auténticas y plagales.

Más tarde se clasificaron 12 modos así: I Dórico, II Hipodórico, III Frigio, IV Hipofrigio, V Lidio, VI Hipolidio, VII Mixolidio,VIII Hipomixolidio, IX Eolio, X Hipoeolio, XI Jónico y XII Hipojónico. Estos números romanos o normales aparecen al inicio de la partitura indicando el modo correspondiente.



 

Modos Auténticos: Dórico, Frigio, Lidio, Mixolidio, Eólico, y Jónico.

Modos Plagales: Hipodórico, Hipofrigio, Hipolidio, Hipomixolidio, Hipoeólico, Hipojónico.

En GLORIA LAUS alternan los modos DORICO (I) e HIPODORICO  (II) en las estrofas.


En FACTA EST CUM ANGELO la primera parte está en Modo MIXOLIDIO (VII) y la segunda en HIPOMIXOLIDIO (VIII).


En ECCE NOMEN DOMINI el primer coro canta en Modo HIPOJONICO /XII) y el segundo coro responde en Modo JONICO (XI).

En la práctica se simplifica  esta nomenclatura dejando solo los 6 modos auténticos, considerando que el plagal es una prolongación del  auténtico. 

El modo plagal  finaliza en su 4a nota que corresponde a la 1a del modo auténtico. También puede finalizar en su primera nota, teniendo así una cadencia plagal con respecto a su modo auténtico.




Los Modos Gregorianos en la actualidad:


Para nuestro estudio práctico de los modos tendremos en cuenta las escalas o modos que se formaron a partir de cada una de las 6 primeras notas de la escala diatónica: 


 JONICO,  DORICO,  FRIGIO,  LIDIO,  MIXOLIDIO,  EOLIO.




La escala que inicia en la 7a nota produce un modo al que los monjes denominaban modus diabolicus porque no podían componer una tonada en él.
En 1322 el Papa Juan XXII emitió un edicto prohibiendo el uso de la séptima nota de la escala en la música escrita. 
Ni los monjes ni el Papa supieron la causa de este misterio y lo consideraron como un fenómeno diabólico. En ese modo la quinta es disminuída y produce inestabilidad, y además la raíz es nota de movimiento y todo final de frase debe concluir en la raíz, que debe ser una nota de reposo, tal como ocurre en los seis modos auténticos.


Un canto  termina con la nota fundamental de su modo. Cuando termina en su 5a se tiene una cadencia plagal.


Un canto en modo DORICO termina en RE. Ejemplo: DIES IRAE

En Modo FRIGIO  termina en MI. Ejemplo: PANGE LINGUA

En Modo LIDIO  termina en FA. Ejemplo: GLORIA de Misa de Angelis

En Modo MIXOLIDIO  termina en SOL. Ejemplos: PATER NOSTER  


Los cantos gregorianos transmiten profundos sentimientos de piedad, misticismo, religiosidad y paz interior, aunque no se entienda la lengua latina, pues fueron compuestos e interpretados por monjes totalmente dedicados a la oración y a una vida de ascética y mística.  




Acompañamiento en órgano:


Organo de la Iglesia de La Merced en la ciudad de Guatemala



Organo de La Merced en Guatemala
En la Antigüedad se descubrió que manteniendo el sonido del bajo con la raíz del modo, sonaba bien todo el canto, y los miembros del coro conservaban la afinación. De ahí nació la Nota Pedal, que usaron mucho los clásicos, una nota contínua en "obstinato"  aunque produzca disonancias que se resuelven al final coincidiendo con su acorde consonante.
Todavía se encuentran  órganos antiguos con el registro PEDAL que engancha una nota del bajo durante un período de tiempo, hasta sacar el registro.

A principios del Siglo XVI se comenzó a usar el pentagrama doble con sus claves de SOL y de FA, y se descubrió la función de los acordes en forma de      tríadas para el acompañamiento en órgano del Canto Gregoriano.


El Canto Gregoriano en los coros se sigue cantando "a capella" o sea sin acompañamiento instrumental. Pero en los templos se emplea el acompañamiento de órgano para apoyar  el canto de la Comunidad.







Las versiones instrumentales en órgano de melodías Gregorianas son la mejor opción para fondos musicales en las ceremonias litúrgicas, pues son obras de una espiritualidad muy profunda, compuestas por monjes dedicados a la vida mística y a la oración.



Estos conceptos aprendidos acá pueden ser muy útiles para quienes interpretan el Canto Gregoriano, y para los organistas que lo acompañan.




Enlaces externos:

Repertorio de Cantos Gregorianos:




Curso de Canto Gregoriano en Español





Material para músicos: